CONFLICTO EN EL AULA

Un conflicto muy común que se puede dar en un aula, es el descontrol de la clase, que puede ser producido por diferentes factores, en los que no vamos a entrar a valorar. El clima que se crea en dicho aula es “caótico”, pues unido al incesante murmurar de los alumnos, la incapacidad de otras a prestar atención a la explicación del profesor o la actividad a desarrollar, se une la molestia por parte de aquellos alumnos a los que no se les está pudiendo dejar realizar la actividad docente con normalidad. 

Para un problema tan común que puede surgir en el aula es necesario la preparación  preventiva por parte del profesor. Una de las medidas clave para apaciguar el clima es transformar ese estado de la clase en una sesión participativa grupal, dejando de lado los contenidos, y centrándose en dinámicas curriculares que abordan también otros temas. Esto supone una ruptura con el estándar de clase y podría verse a priori como una compensación ante una conducta inadecuada dentro del aula, pero más lejos de la realidad es una reconducción del alumno hacia el terrero del profesor, pues no se está cambiando la clase por un juego, sino que se está haciendo una gamificación con los contenidos.

Para poder llevar a cabo dicha mecánica de actuación, el profesor debe contar con ciertas mecánicas de actuación que le permitan volver a tomar las riendas de la clase sin mostrar autoritarismo, siendo las más importantes, a mi juicio, el liderazgo y la paciencia. A esto ha de sumarse los materiales y la planificación previa de dichas actividades preventivas. Por último, esta medida es más efectiva si se tiene un grado de acercamiento con el alumno, como pudiera ser el caso del tutor.