REGRESO AL FUTURO

Es el año 2030, me he montado en el DeLorean que el Doc me ha dejado y he vuelto al 2022 para recordar lo arcaicas que eran las clases y el sistema educativo, y sobretodo para poder volver a disfrutar de las clases del Master de Profesorado, en especial las Xoán. Lo primero que me doy cuenta, es lo diferente que es la metodología. En 2030 todo el medio será digitalizado y dejando a un lado el medio físico. Además hay una mayor atención maestro/alumno pues se han conseguido reducir el ratio de las aulas, gracias a un pacto estatal de educación, en el cual se recoge una mayor importancia y un mayor prestigio a la docencia acercando a cada vez más gente cualificada y preparada, no solo académicamente a ella. Pero lo que más me sorprendió al volver al 2022 y que no recordaba, era la poca flexibilidad de las materias y los conocimientos, basados en estándares de aprendizaje, en una evaluación de exámenes convencionales donde se valora primordialmente la memoria y el esfuerzo. En el 2030 hemos dejado eso atrás y ahora se busca explorar las cualidades y competencias que más destaca un alumno, sin olvidarse del resto. Los horarios son muy flexibles y permiten que sea el alumno el que elija su itinerario académico, siempre contando con un cuerpo orientador en todo momento.

Parece increíble que el mundo haya cambiado tanto en tan solo 8 años, hay muchos factores que han podido hacer posible esto, pero sin ninguna duda, ha sido gracias a la labor de las nuestra generación que como relevo de la generación del babyboom y con nuevos horizontes y metodologías en mente ha decido cambiar un sistema educativo el cual estaba obsoleto y lejano a las realidades y necesitas de las aulas.


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